Una parrilla en forja

Últimamente estamos muy metidos en la Edad del Hierro ya que gestionamos un centro de interpretación de la cultura íbera. Para colgar nuestro caldero usábamos tres largos palos con una cadena, pero la cadena nos parecía poco correcta para representar la antigüedad y los palos eran muy incómodos de transportar si teníamos que hacer una recreación.

La parrilla junto a nuestro horno.


Buscamos información en la web de como podía ser o como lo solucionaban otros grupos de recreación, en el registro arqueológico no encontramos nada y decidimos hacer nuestra propia versión.

Encontramos una web de unos artesanos que nos sirvió de inspiración.

Detalle del gancho


La forja

En total son 27 piezas que tenían que ser iguales para que todo estuviese en equilibrio.
No se ha usado soldadura moderna y se han remachado las piezas, los agujeros se hicieron con punzón en caliente sin usar taladros. Ajustar todo en la parrilla fue bastante complicado pero ha sido un buen aprendizaje.

La parrilla sobre el fuego


Versatilidad

Al poder separar las piezas nos permite regular en altura la parrilla y quitando todas las piezas podemos colgar un caldero. La parrilla por sí misma también nos sirve para ponerla directamente sobre el fuego.
Se transporta con facilidad ya que desmontada ocupa muy poco en el coche.

La parrilla se puede usar sin cadenas
Sabemos que no es arqueológicamente correcta, pero cumple su función.
Tiene un aire nórdico que nos gusta mucho y se puede usar para recreaciones vikingas y medievales.
Estamos muy contentos con la experiencia y todo lo que hemos aprendido al hacerla. Ahora tenemos un elemento más en el Centro de Interpretación de la Cultura Íbera de Azaila.

En el centro de cultura íbera de Azaila



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